sábado, 14 de julio de 2012

Costura en la playa.

Estoy gandulaca, ya veis que no me acerco al ordenador ni por equivocación. Ea, para eso es el veranico. Para no hacer nada....¡Y para hacer labores en otros sitios! Je, je. Hoy os voy a hablar de una nueva amiga de la que he aprendido mucho: Pilar de Vitoria. Una señora encantadora, con unas manos muy habilidosas. Me acerqué a ella , sin conocerla de nada, por pura admiración de uno de sus trabajos, que os muestro enseguida. Y ella, generosamente, me dejó fotografiarlo, se ofreció a enseñarme a hacerlo, y me presentó a otra de sus amigas que hace unos broches de fieltro muy monos. ¡Y todo en la playa, a la orillita del mar!. Me contó que allí se juntan ocho o diez amigas, unas cosen, otras hacen ganchillo, y se pasan entre ellas los patrones y los trucos.
Estas sillas, no os lo perdais, están forradas con fundas hechas de bolsas del súper. ¡Esto es reciclar, lo demás tonterias!. Se lavan, y a la playa otra vez. 
Desde aquí un saludo muy grande y mi agradecimiento, a Pilar, a su esposo, y a todo su grupo playero que tan amables han sido conmigo.
Una muestra más de lo que la costura nos da.

Las sillas de Pilar de Vitoria

Aquí se ve el método de sujección, muy bien hecho. Un amigo de Pilar sujeta la silla amablemente para la foto.

Aquí Pilar sujeta un bolso de chapas que esta haciendo. Otra maravilla de ganchillo.  

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