martes, 18 de agosto de 2015

Me llevé la costura, pero...




         De nuevo la carretera.
 Excursión a otro pueblo cercano, aprovechando el buen tiempo.
Y por supuesto, la costura en la mochila.


Lo primero que fotografié fueron estas "portás".
En el diccionario de la RAE que yo tengo,
 no viene esta palabra.
Pero a mí me trae tan buenos recuerdos, 
que la escribo.
Sí que está en el diccionario de mi infancia
en boca de mis abuelos.


También me gusta fotografiar casas como esta.
Me parece mentira,
 cuando las veo tan espartanas, tan pequeñas, 
 tan artesanales,
que fuesen el muy querido hogar de alguien.
Alguien comió, durmió, amó, crió hijos, 
entre esas paredes de piedra.
Me hace reflexionar:
Quizá me paso la vida juntando cosas 
que en realidad no hacen falta...
Quizá me hacen falta en esta vida, 
y en aquella no hacían...
 ...
¿Quizá las dos cosas?
...



A las afueras del pueblo, descubrí esta curiosidad: 
higos y moras, todo revuelto, como si fuese un injerto extraño.

 Las zarzas han envuelto la higuera de tal forma,
que las hojas de ambas se mezclan hasta confundirse.

 ¡ Y las dos siguen dando fruto!


 Había muchas flores que no sé nombrar. 

 

Y unos cardos preciosos.
Me gustan mucho.




Me llevé la costura...
¡Pero no cosí nada!
:)))

Anduve en otros ricos menesteres...


Muchos besos.


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